Powered By Blogger

viernes, 14 de mayo de 2021

Hoy quiero compartirte mi fe

Por allá en el año 2007, siendo un joven de 19 años, me consideraba una buena persona. Estudiaba en una de las mejores universidades de mi país, nunca reprobé ningún año de estudio, en ninguno de los niveles de educación, no le hacía daño a nadie, no robaba, no mataba, no era borracho, no fumaba, hacía buenas obras, cedía el puesto en el transporte público a las personas mayores o embarazadas, ayudaba a ancianos a cruzar entre calles, le daba dinero a los necesitados de las calles, fui educado con altos valores y principios de respeto y responsabilidad, en fin, no podía ser una mejor persona, incluso, había sido bautizado cuando niño y a su tiempo también hice mi primera comunión. Pensaba que tenía el cielo más que ganado, y estaba un poco preocupado porque no había realizado aún la confirmación.  

Una persona muy especial dentro de mi familia, estaba asistiendo a una iglesia, su nombre es Maira, quien junto a su esposo Emilio tienen dos hijas. Para ese entonces, sus hijas habrían de tener entre unos 12 o 15 años, plena adolescencia. Mi preocupación por ellas era que a causa de la religión de sus padres no iban a poder "disfrutar de la vida" y les iban a prohibir todo e imponerles un estilo de pensamiento. 

Siempre he respetado la opinión de cada persona, y he estado abierto a escuchar de todo. Por eso tras algunas invitaciones para asistir a una reunión de estudio bíblico, finalmente fui. Luego de asistir a unas 3 reuniones visité la iglesia y, creo que como a la tercer vez, mi vida cambio totalmente.

Tal vez te preguntes, pero si tenías una vida normal como ya lo explicaste, ¿qué mejora podías hacer? Bueno aquí fue donde entendí que, no importa cuán bueno eres según tu propia opinión, lo que importa es cuán bueno eres según la opinión de Dios.

No hay ninguna buena obra que podamos hacer para salvarnos a nosotros mismos. ¿Por qué? Porque la Palabra de Dios, la Biblia, dice que somos ..."salvos gracias a la generosidad de Dios por medio de la fe. No nos salvamos a nosotros mismos, la salvación es un regalo de Dios. La salvación no es algo que podamos conseguir con nuestros propios esfuerzos, pues nadie puede decir que se salvó a sí mismo. (Efesios 2:8-9).

Contrario a pensar que podemos hacer algo para ganarnos la salvación o creer que nos la merecemos por hacer cosas buenas, la Biblia dice que por causa de nuestro pecado, estamos separados de Dios. Esto se aplica a toda la raza humana. Romanos 3:23 dice: "Todos han pecado y por eso no pueden participar de la gloria de Dios." Romanos 3:10 dice: "Como está escrito: No hay justo, ni siquiera uno".



Además según la misma Palabra de Dios: "Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia. Todos nos marchitamos como hojas; nuestras iniquidades nos arrastran como el viento." Isaías 64:6.

Ahora, ¿por qué todos somos pecadores? Los seres humanos heredamos la naturaleza pecaminosa o de pecado del primer hombre, Adán, quien al desobedecer a Dios fue expulsaldo junto a Eva del paraíso. ¿Por qué? Porque el pecado nos separa de la gloria de Dios. Y tu dirás, "pero ¿por qué si los que pecaron fueron Adán y Eva yo voy a pagar por eso? Fueron ellos quienes desobedecieron, no yo." Bueno, la Biblia dice: "por medio de un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado entró la muerte, y así la muerte pasó a todos porque todos pecamos." Romanos 5:12. Te explico, Dios nos creo para ser eternos, para vivir para siempre, pero esa vida eterna estaba condicionada a que no se probara del fruto que estaba plantado en medio del huerto. "Le dio Dios esta orden: «Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, vas a morir.»" Génesis 2:16-17. Y eso fue exactamente lo que pasó, Adán y Eva comieron de ese árbol, y desde ese momento el pecado entro a ellos junto con la facultad de morir. Por eso todos en algún momento morimos, somos mortales. Ah, y también desde ese momento creemos que conocemos qué está bien y qué está mal. Esta es la consecuencia del pecado o desobediencia a Dios. Romanos 6:23a dice: "Porque la paga del pecado es muerte".

Ahora, si todos somos pecadores, y si no podemos hacer nada para salvarons a nosotros mismos, ¿estamos perdidos? ¿no hay solución? La hay. Así como ya vimos que la paga del pecado es la muerte, ese mismo versículo en Romanos 6:23b dice: "pero el regalo de Dios es la vida eterna y esa vida eterna está en Cristo Jesús, nuestro Señor".

Esto quiere decir que, hay una forma para ser reconciliados con Dios, y esto fue logrado por el único Hijo que proviene de Dios, Jesucristo. Se necesitaba un sacrificio de alguien sin pecado para limpiar nuestros pecados, y Jesús se entregó para ser ese sacrificio. Jesús fue concebido no como hemos sido concebidos todos los seres humanos, Él fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, por lo tanto no heredó el pecado. El fue clavado a una cruz y derramó su sangre para limpiar nuestros pecados. Milagrosamente al tercer día resucitó de los muertos, y así estaba escrito que sucedería, confirmando que Él era Todopoderoso para salvarnos.

Poniendo nuestra confianza en la muerte, sepultura y resurrección de Cristo es la única manera de tener la salvación, la vida eterna, y la reconciliación con Dios, "salvos gracias a la generosidad de Dios por medio de la fe. No nos salvamos a nosotros mismos, la salvación es un regalo de Dios. La salvación no es algo que podamos conseguir con nuestros propios esfuerzos, pues nadie puede decir que se salvó a sí mismo. (Efesios 2:8-9).

En Juan 14:6 Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". Importante acotar que, el camino es Jesús, no una religión, no otra persona, es Jesús. ¿Por qué? Porque fue Él y nadie más quien entregó su vida para que pudiéramos reconciliarnos con Dios, no necesitó ni necesita de la ayuda de nadie más. 

Juan 3:16-18 es un pasaje claro "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna.  Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él."

Romanos 10:9-10 dice "que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, vas a ser salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado delante de Dios, pero con la boca se debe confesar para obtener salvación". Romanos 10:13 dice "porque todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo."

Quien desee estar separado de Dios para siempre a causa del pecado, simplemente no tiene que hacer nada. El único pecado que lo puede privar del cielo es rechazar o ignorar al Hijo de Dios. La otra opción es el tormento eterno en el infierno del que habla Dios en Su Palabra. (Apocalipsis 20:15, 2ª.Tesalonicenses 1:7-9).

Juan 3:18 dice: “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”. Apocalipsis 21:8 dice: “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.

¿Crees que estás listo para recibir a Cristo o tienes dudas? Si tienes dudas, escríbeme con toda confianza y podemos conversar al respecto, me encantaría ayudarte a descubrir esta nueva vida que yo descubrí. Dice la Biblia: "Si hoy escuchan ustedes lo que Dios dice, no endurezcan su corazón como aquellos que se rebelaron." Hebreos 3:15. Y, "ahora es el momento oportuno. ¡Ahora es el día de la salvación!" 2 Corintios 6:2.

Si no tienes dudas, haz la siguiente oración:

"Dios, reconozco que soy pecador, sé que no puedo salvarme a mi mismo. Me arrepiento, de mi estado moral hasta ahora, y creo que Cristo murió en mi lugar para pagar mis pecados. Creo sinceramente y de todo corazón que Jesús murió en la cruz por mí, que fue sepultado, y que resucitó de los muertos. Creo en Jesucristo y lo recibo por fe como mi único y suficiente Salvador personal. Ayúdame a vivir una vida conforme a tu voluntad. Lo pido en el nombre de Jesús. Amén."

Si hiciste esta oración con fe y de manera genuina, ahora eres parte de la familia de Dios, Bienvenido. ¿Qué pasa ahora? ¿Soy perfecto? ¿Ya no soy un pecador? Para nada. Seguimos siendo seres humanos, con pecado, con defectos y con un montón de cosas por corregir. En mi caso personal, aún hay muchas cosas en mi vida que debo mejorar o cambiar. Poco a poco Dios se encarga de revelarnos aquellas cosas que están en línea con su voluntad. 

¿Que debes hacer ahora? 

- Busca una buena traducción de la Biblia y empieza a leerla. ¿Por dónde empiezo? Hay muchas formas de empezar, puedes hacerlo como inicias un libro, es decir de principio a fin, o puedes leer por separado los libros que contiene. Te dejo acá un plan de lectura bíblica para leerla toda en un año. Te recomiendo las versiones, Reina Valera de 1960 y la Nueva Version Internacional. Te recomiendo los recursos de BibleGateway, puedes leer la Biblia, resaltar, tienen una App que puedes descargar a tu teléfono, tienen muchas versiones, muchos idiomas, planes de lectura. 

- Ora a Dios. Orar es hablar con Dios, no necesitas saber nada para hacerlo. Es como contarle tu vida a un buen amigo y mejor que eso, a un buen Padre. En tus oraciones no olvides alabar a Dios por su grandeza, agradecerle por lo que hace por ti, por lo que tienes, pedirle perdón por tus pecados, y colocar en sus manos esas necesidades en las que quieres que Dios interceda. 

- Busca una iglesia de sana doctrina donde puedas congregarte. Muchas iglesias actualmente se reunen on line a causa del Covid-19, por lo que no necesitas estar en un país específico para unirte a una determinada iglesia. Sin embargo, lo ideal es que sea cerca de donde estás para que eventualmente puedas reunirte con otros creyentes hermanos en la fe. Te dejo acá una guía de cómo identificar a una Iglesia de Sana Doctrina.

- Escucha la Palabra de Dios. Dice Romanos 10:17: "Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Dios". Hay una emisora, se llama BBN (Bible Broadcasting Network, o Red de Radiodifusión Bíblica en español), es totalmente bíblica, transmite 24/7 en 8 idiomas, tienen una aplicación para teléfonos móviles y también muchos recursos en su página web. También tienen un Instituto Bílblico, donde podrás inscribirte y estudiar numerosos temas y es totalmente gratis. Escúchala mientras vas, mientras vienes, mientras haces tus quehaceres, transmiten mensajes muy edificantes para nuestras vidas. Toda la programación es muy buena, ningún programa tiene pérdida. Te recomiendo estos que son mis favoritos:

El amor que vale. Con este programa hago mi devocional todos los días en las noches. 

Culto Dominical. Mientras consigues una buena iglesia, puedes escuchar este culto o servicio todos los domingos. Como actualmente muchas iglesias permanecen cerradas por la pandemia, la mayoría trasmiten sus servicios on line, sin embargo, como tengo poco tiempo de estar en Colombia no ha sido fácil encontrar una iglesia para asístir (además del efecto pandemia), por lo que este programa me ha ayudado a mantenerme escuchando muy buenas predicaciones de la Palabra de Dios. 

- Habla a otros de tu fe. Con lo que has conocido para entregar tu vida a Jesús es suficiente para hablar a otros. Puedes compartir el link de este artículo o puedes incluso hacer uno personal con tu experiencia. 

¿Tienes dudas o preguntas? La Radio BBN tiene un chat que atienden de lunes a viernes en horarios de oficina. Si quieres obtener ayuda espiritual por este medio pulsa aquí.

Por último, quiero recomendarte una serie que vi recientemente. Es brasilera, se llama Apocalipsis y es muy ilustrativa sobre la fe, la situación del mundo actual y los acontecimientos futuros. Está buenísima. Aquí puedes ver el capítulo 1. Y aquí tienes el resto de los capítulos. Que la disfrutes!!!

Deseo de todo corazón que podamos ser hermanos en la fe. Bendiciones.

Keivis Rojas es Capacitador, Coach y Orador certificado de Maxwell Leadership y de la Fundación “Un Millón de Líderes”, acreditado con validez internacional por las organizaciones “Lidere Internacional” y EQUIP (Equipping Leaders To Reach Our World) del Dr. John C. Maxwell. Es Licenciado en Comercio Internacional y Administración de Aduanas. Durante los últimos 15 años ha desempeñado cargos de Coordinación Senior, Gerencia y Dirección de Ventas en países como Venezuela, Jordania, Colombia y Alemania (actual), para una de las empresas transnacionales más importantes del mundo en el sector de cadenas de suministros.


C o n e c t é m o n o s   a h o r a ! ! !

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario